sábado, 27 de enero de 2018

Guitarristas del siglo XXI. El arcano de "nuestro" sonido.


Sirva este texto más de desahogo que de consulta, pues las soluciones que se os acudan, amigos guitarristas,  a buen seguro las habré ya calibrado, que esto de la guitarra eléctrica,  si bien tiene su miga,  tampoco es física cuántica,  pero lo cierto es que, una vez más, mis expectativas de sonar de fábula con poco peso  se han ido al garete.  Advertir a mis queridos reincidentes  -si es que aún queda alguno después de estos casi cinco años de ausencia-  que este texto va a ser largo.   Así que, a menos que estén ustedes interesados o sientan curiosidad por la enrevesada mente de los guitarristas y  los problemas que nos buscamos en pos de ese arcano al que llamamos “nuestro propio sonido”,   casi mejor que dejen de leer, porque a buen seguro les va a resultar una lectura tediosa, aburrida y, en todo caso,  absolutamente carente de utilidad.

El fin inicial de este texto era el de ser enviado a un hilo concreto de un foro de guitarristas, donde llevo semanas dando el coñazo para obtener el ya citado arcano merced a un nuevo aparatito que acabo de adquirir,  pero aprovechando el tránsito vallisoletano del Pisuerga, al que se le añade la circunstancia de que durante unas semanas voy a estar más ocioso que de costumbre, he decidido retomar por un día –quién sabe si con continuidad- la actividad de publicar  un nuevo artículo en mi blog, cosa que no sucedía desde el 5 de febrero de 2013, cuando publiqué lo que los guitarristas llamamos una “review”, obviamente de una guitarra que acababa de adquirir.  Después de aquella han llegado a casa seis más, así se hacen ustedes una idea de  lo enfermos estamos la mayoría de guitarristas…   Incluso,  como es mi caso,  los  aprendices de guitarrista.

A lo que iba…  Como uno ya va teniendo una edad, hace años que anda en busca del arca perdida del guitarrista que pasa de los cincuenta… Un equipo que no pese y con el que sonar como el mismísimo Knopfler, que no en vano la prensa especializada, ahora  amplificada por las  redes sociales,   nos envían cantos de sirena a modo de artículos y vídeos con emuladores, pedaleras, microamplificadores…  que suenan a gloria bendita  y pesan nada y menos,  y  así, un servidor se ha pasado de los pedales a los multiefectos y viceversa como tres veces en los últimos tres años,  y a día de hoy sigo sin encontrar “mi” sonido. Rectifico…  Digamos que sigo sin encontrar una solución para sonar lo más parecido a mi sonido ideal , y sin cargar con un amplificador de válvulas de veintitantos kilos,  más unos cuantos  pedales  de efectos que también pesan lo suyo.

Así han pasado por mi vida reciente un ZT LunchBox  de menos de seis kilos, una TC Electronic de menos de cinco,  un pedal DI que prometía el oro y el mauro (eufemismo políticamente correcto)  al enchufarse directo a la mesa de mezclas….   Pero nada suena tan bien como lo hace mi amplificador de válvulas de toda la vida,  aliñado –eso sí-   con algún que otro pedal.

Y así uno se compra el nuevo emulador del que todo el mundo habla, se lee  un manual en inglés porque en español no saldrá hasta dentro de diez días, cientos de páginas de siete u ocho foros distintos donde otros guitarristas, más afortunados que tú, ya han dado con  “su sonido”  y  pueden salir de bolo hasta en moto:   un micro ampli o un emulador en una bolsa o  en la maleta de la moto,  la guitarra colgada en bandolera y  listos.     

¡Y una míerda!  Acento en la “í” para convertir la palabra en esdrújula y enfatizar así el cabreo….    Eso de llegar y besar el santo no funciona casi nunca en el mundo de la guitarra eléctrica,  pero el guitarrista  no se quiere dar cuenta y sigue a la suya. 

Y es que uno descubre que para sonar de fábula con ese nuevo emulador hace falta, además, una PA auto amplificada, una caja DI con salida XLR que balancee la señal, un cable libre de oxígeno con conexiones de oro...   Así que, todo sea por ahorrarse los veintitantos  kilos de peso del amplificador, uno se compra una PA que pesa quince  (da igual que  el emulador pese tres, o  cuatro, o cinco… )  y  de paso, renueva todos los cables, que ya tienen unos años.

Después de horas demás lecturas  (prueben a traducir del alemán con Google, es divertidísimo)  más pruebas, ajustes en la PA auto amplificada, en la mesa de mezclas,  quizás esos cables, a ver  esos cables más caros…  Uno consigue que el chisme suene de vicio…   ¡Knopfler, majete… escucha y aprende!     Tanto  presume uno de su éxito que hasta su amigo se agencia uno igual…   Y no contentos con eso, los dos  compran en una página especializada unos paquetes de “presets” que son  la quinta esencia i  que incluyen IR  (cosas raras de guitarristas) que funcionan de lo más… 

Y llega el día del ensayo donde uno va a mostrar al mundo qué bien se puede sonar con un trasto de estos…  No va en moto al ensayo porque llueve, pero bien podría, porque ni abulta, ni pesa…

Y a la hora de la verdad, a volumen de ensayo,  el chisme no suena como en casa ni de coña y después de tocar todos los botoncitos de la mesa de mezclas y del aparatito,  acabas enchufado  a  un amplificador,  como siempre….     Y  más frustrado que el pulpo del garaje en su primer día  -antes de acostumbrarse a una vida lánguida rodeado de  hormigón, gases de escape, manchas de grasa y polvorientos vehículos estacionados-   y con la sensación de haber hecho el canelo una vez más.   Cuando le dices a Julio, el maese de la sala de ensayo que –dicho sea de paso, tiene más paciencia que un santo-   que hoy has tenido problemas con el sonido va y te suelta “colega…  que llevas teniendo problemas de sonido desde que te conozco”.   Y lo verdaderamente fastidiado  del asunto es que es cierto.

Conclusiones:

  • Como dice mi amigo Jordi , alias Smooby,   en casa y enchufado a un POD  (pon la marca que quieras) todo suena bien. El mérito está en sonar bien a toda castaña.
  • Puñetero Miguel Ríos, qué razón tenías cuando lo de “siento que el equipo aquel nunca suena igual, qué misterio habrá”.
  •     Sólo tu amplificador suena tan bien como tu amplificador. Y si tienes que acabar ajustando la ecualización de tu emulador en cada sala a la    que vas y para ello necesitas el ordenador… Menudo ahorro de peso…

Y una reflexión que quizás los guitarristas aficionados debiéramos hacernos.  Un buen amplificador  de válvulas puede durarte toda la vida.  Lo mismo que una buena guitarra e incluso unos buenos  pedales analógicos.   ¿De qué va a vivir la industria de los instrumentos musicales si no nos convencen de que ese último invento mejora increíblemente todo lo existente hasta la fecha?

En resumen…  Que es evidente que con la tecnología actual se puede sonar estupendamente, tenemos miles de ejemplos que vemos todos los días,  y que,  por mucho que un servidor no se vaya a dar por vencido y  siga leyendo, preguntando, probando, cambiando configuraciones, ecualizaciones…   Y por mucho que, más tarde o más temprano, acabe sonando decentemente con su nuevo chisme, sabe a ciencia cierta que aquí no acaba la historia, que volverá a su amplificador,  pero más adelante alguien le hablará  de un nuevo aparato que, ésta vez sí, es definitivamente el hallazgo de  nuestra arca perdida.   Ese arcano oculto  que, por fin, ahora sí está a nuestro alcance y que nos hará sonar como realmente queremos, y, por supuestísimo,  con  poco peso y menos bulto. 

Ese arcano que, evidentemente, no existe. Si acaso en nuestra imaginación. Porque los guitarristas del siglo XXI, asumámoslo ya de una puñetera vez, estamos cargados de puñetas.   

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Miquelet. Me llamo Juan y si, me pasa exactamente lo mismo que a ti. Frustración desengaño y tristeza cuando has vendido todo lo que tienes y te has tirado de cabeza al mundo digital guitarrero por que sueñas que vas a encontrar lo que siempre as estado buscando desde sabe Dios. Yo ya tengo mas de 50 y me las prometía muy felices con esto del modeling. Vendí todo mi equipo, me compre una Helix y un par de altavoces activos Yamaha. Todo perfecto asta que llego al ensayo y me conecto todo (parecia mas la cabina de un piloto que un set guitarrero) Pero menuda cagada de sonido!! Que te pasa Juan? me decían mis compañeros al ver la cara de amargado mientra intentaba tocar. Pero que mierda es esta? me decía yo, gritando hacia adentro. No tenía nada que ver con lo que escuchaba en casa. Así que te entiendo y comparto contigo un poco esta experiencia por que parece idéntica a la tuya, en todo.
La verdad, me gustaria poder charlar contigo sobre esto. Parece que todo el mundo está muy feliz con los cacharros estos y un servidor se siente como un bicho raro y solitario.
Saludos.

miquel dijo...

Hola Juan!

Siento haber tardado tanto en responder, pero es que no había visto tu comentario hasta ahora.

Imagino que, como yo, ya te habrás hecho a tu nuevo equipo. En mi caso fue bastante rápido, pero sí es cierto que fue frustrante hasta que le pillé el tranquillo. Tuve poca paciencia

Hae más de un año que mis amplis no salen de casa. Si yo fuera Vai i alguien cargara con mis equipos quizás tocaría con ampli, pero como no es el caso... Voy con mi maletita con mi emulador y listos. Créeme que el público no lo nota.

Unknown dijo...

El problema es que lo noto yo. no puedo tocar agusto y eso es lo que repatea. Supongo que el publico no lo notara pero notarlo yo es peor.
Saludos.

miquel dijo...

Buenas de nuevo.

Pues no sé qué decirte... No eres el único al que e pasa´, aunque cada vez son más los músicos -incluso gente de primera división- que se pasan a este tipo de suluciones, y en su caso no creo que se por problemas de peso, o económicos... Incluso en los estudios de grabación tiran de estos chismes cada vez más.

En todo caso, lo que cuenta para cada cual es su oído, y si tu oído no está a gusto, si lo has intentado y has invertido horas y horas en tu aparato sin conseguir que suene como a ti te gusta... Ya sabes... tu oído manda. Los buenos amplis siempre suenan bien y no dan sorpresas.

Un saludo